2002
Un cuerdo decía estar loco. La loca cuerda de la razón.
Varios profesionales de la psiquiatría, tras decidir la instalación de unos despachos para su clínica de salud mental, nos encargaron este proyecto. El local se encuentra en el entresuelo de un edificio de viviendas situado ene. Centro histórico de la ciudad de Murcia. Presenta un perímetro irregular, pues procede de la segregación de varios locales, lo que aparentaba una cierta dificultad para encajar el programa previsto, el cual contaba con tres despachos, una sala de reuniones, un área de recepción y una zona de espera.
Para lograr un orden interno de los elementos, se optó por situar los despachos en la zona exterior del local, de modo que tuvieran iluminación y ventilación directa, y disponer la sala de juntas contigua a ellos, con lo que obteníamos una banda de circulación en forma de L, propiciando una distribución del local en tres áreas diferenciadas: un área de trabajo (formada por los despachos, la sala de juntas y la recepción), otra formada por la zona de espera y una tercera y última compuesta por un área de servicios (circulación, cuartos de aseo y office). Esta distribución nos produjo zonas interiores cerradas y sin iluminación natural, sugiriéndonos una actuación a base de transparencias y veladuras de vinilo en los paramentos de vidrio que definen la sala de juntas y la sala de espera, aportando una ampliación visual del espacio, un interesante juego lumínico con efectos teatrales en las diferentes estancias.
El acceso a la clínica se realiza de forma tangencial al hall, creándose un ámbito previo a la recepción, desde el que se aprecia ese juego compositivo de volúmenes, luces y espacio. Se pretendía crear, y desde este acceso, una ambiente relajado en todas las zonas de la clínica menta, contribuyendo tanto a la realización del trabajo por parte de los profesionales que en ella trabajan, y a una espera de los pacientes agradable en una atmósfera sosegada.
El local ocupa una superficie de 90 metros cuadrados construidos, ajustándose para ellos un presupuesto muy reducido. Esto nos condujo a una selección de materiales y soluciones constructivas muy concretas, abaratando la ejecución, pero sin dejar de aportar el grado pretendido en la realización del proyecto.
Para el suelo, la idea principal de continuidad y uniformidad: al recorrerlo se había de apreciar la unidad del conjunto. Optamos por una tarima flotante acabada en haya para todas las estancias. La compartimentación interior se realización con el sistema modular Metal de la marca Pladur, acabándose con pintura lisa en todos los paramentos, buscando un juego cromático que aportara diversidad y cualificación espacial a las estancias. El techo se ha resuelto también con Pladur tipo Metal, albergando este el sistema de iluminación y de acondicionamiento de aire.
Los paramentos verticales en la sala de juntas y sala de espera, son lunas de vidrio sobre perfiles omega de acero inoxidable mate. En ellos se ha diseñado con vinilo formas que remiten a estilos “años setenta”, pues era el más acorde, a nuestro entender, con la psiquiatría clínica.
El mobiliario de diseño, ha procurado seguir la línea de ligereza y transparencia del resto de elementos que componen la clínica, acompañado en los efectos de filtración y matización de la luz, tanto natural como artificial.
Esquema compositivo
Esquema funcional
Sección 1
Sección 2
Planta
Tres áreas: un área de trabajo (formada por los despachos, la sala de juntas y la recepción), otra formada por la zona de espera y una tercera y última compuesta por un área de servicios (circulación, cuartos de aseo y office).
Autores: Juan Manuel Salmerón Núñez (Arquitecto) & Rafael García Sánchez (Dr. Arquitecto). Colaborador: Juan Pedro Boluda Sánchez (Arquitecto). Aparejador: Miguel Mengual Ruiz. Promotor: Clínica de Salud Mental Santa Isabel. Constructor: Adir, S.L.. Fotógrafo: Pablo Almansa.